BARF es el acrónimo de “Biologically Appropriate Raw Food” (ACBA – Alimento Crudo Biológicamente Apropiado).
Esta filosofía se basa en que los perros deben alimentarse de la comida para la que han sido biológicamente diseñados para comer, como carne cruda, huesos y vegetales; es decir, todo lo que han usado sus ancestros para alimentarse desde tiempos inmemorables. Con la finalidad de eliminar todas las enfermedades modernas que sufren los perros a través de una nutrición saludable y apropiada, BARF deja de lado las comidas comerciales (en bolitas) que son los principales causantes de las enfermedades modernas de los perros por los altos niveles de concentración de químicos que estos poseen.
Es una corriente "moderna" que, aunque tiene sus bases en los años 30 con la herborista Juliette Bairacli, fue explorada, estudiada y compartida por el reconocido Dr. Ian Billinghurst, veterinario nutricionista australiano, que llevó a cabo una investigación durante más de 18 años antes de publicar su primer libro “Give your dog a bone” (Dale un hueso a tu perro) en 1993.
La dieta BARF mejora la salud de los perros que la consumen, viéndose reflejada en una piel y pelo más fuertes y menos sensibles, dientes más sanos, fuertes, limpios y sin olor, un cuerpo mejor proporcionado y de musculatura más marcada, mejor hidratación y resistencia física, mayor absorción de nutrientes y heces más compactas e indoloras, entre muchos otros. Un beneficio importante de la dieta BARF, es que el perro no tendrá que digerir ni sintetizar químicos absorbidos con la comida que son ajenos a su biología, y eso se verá reflejado en un perro más tranquilo, menos estresado y, sobretodo, con una mayor predisposición a obedecer.
La dieta BARF se compone de 65% huesos crudos carnosos, 5% de carne y 30% de hortalizas, vegetales, frutas, semillas, aceites y agua. Los productos que se utilizan en la alimentación deben ser aptos para el consumo humano y estar en el mejor momento de temporada.
Los huesos no suponen un peligro para los perros al estar crudos, por el contrario, la elasticidad de los mismos es más bien un desafío y un placer que encuentran al tener que morder sus alimentos.
Los vegetales en las dietas, imitan a los vegetales y hortalizas que los perros y lobos comían de las vísceras de sus presas en la naturaleza, y así aportan nutrientes esenciales para el mejor desarrollo de los perros.
Una preocupación de las personas suele ser con respecto a las bacterias de la comida cruda. Los perros tienen un sistema inmunológico mucho más fuerte y desarrollado que el de los humanos, es por ello que ellos comen alimento crudo y se benefician de ellos, mientras nosotros enfermaríamos.
La dieta BARF ha demostrado con resultados tangibles que los perros que son alimentados con alimentos biológicamente apropiados viven muchos años más que el promedio de perros que se alimenta las comidas procesadas comerciales y sufren mucho menos enfermedades.
Mejor musculatura y proporción corporal, mejor y correcto funcionamiento del sistema digestivo y urinario, desintoxicación y limpieza de la sangre, funcionamiento activo del sistema inmunológico, mayor longevidad.